Editorial: Nosotros en Baleares o Mallorca no tenemos una Ana Oramas para que defienda nuestro archipiélago en el Congreso, la canaria le pone a caldo al presidente Sánchez con sus verdades muy documentadas y a quién le tosa del Gobierno y les dice palabras gruesas y sin bromas. Muchos logros de esta economista e inmejorable oradora de las otras islas, de rebote nos beneficia a nosotros, porque lo que llega a Canarias termina concediéndose a nuestra tierra.

Siempre en su combativo puesto sin concesiones desde la tribuna comentaba, "Le exijo, señor Sánchez que deje disponer del dinero que está en los bancos del superávit y remanentes de los ayuntamientos, cabildos y de nuestra comunidad autónoma. Es necesario para cubrir la emergencia social que viene", reclamó la diputada de CC. Somos una piña dejó claro la diputada, primero son nuestros conciudadanos y luego las siglas políticas. Por ellos matamos.

Mientras en Canarias luchan a brazo partido en el Congreso, para ser escuchados y aprovechan rebotes y carambolas para conseguir lo que les pertenece cuando les faltan los votos a socialistas y Unidas/Podemos, aquí en Baleares pasamos mucho miedo por si suben los infectados y contagios porque supone mala publicidad para nuestro turismo. Nos vigilan desde Europa y si no damos garantías sanitarias será difícil ver los aviones llegar a nuestro aeropuerto y menos los barcos. Hoy todos con mascarillas a la fuerza, porque muchos los protocolos y la salud de los demás se la pasan por la entrepierna.

Y como no aprendemos nunca por mucho que las autoridades lo repitan hasta la saciedad, estamos notando que suben los contagios desde hace unos días. El repunte lento, pero es claro, el viernes hubo 9 infectados y dos necesitaron ingreso, el sábado pasado 15 nuevos, el martes 9 más y ayer miércoles día 20 de mayo se sumaban 13 confirmados oficialmente. Si hacemos cuentas de las cuatro cantidades nos dan 46. Además estos días ha habido 5 nuevas hospitalizaciones y 5 ingresos en la UCI. En el Hospital de Inca 2 nuevos están en habitaciones. Aguanta Manacor y su comarca con varias altas en los pasados días y la salida de uno de la UCI.

Me explicaban que somos como niños, está en nuestro ADN, todas las reflexiones se tiran a la papelera, imposible que salga de nosotros el sentido común. Nos dan un dedo y nos tomamos todo el cuerpo. Nos dicen que podemos tomar una caña guardando la distancia y hacemos una orgía con participación del propietario de la terraza. Cuando den vía libre al interior de los bares y restaurantes, será para olvidarnos de trabajar más. Siempre podemos dedicarnos a pescar, cazar, cultivar nuestras tierras, exportar manualidades y bonitas fotografías.

Quede claro que estamos a tiempo, además a la fuerza ahorcan. Hoy mascarillas y pronto pulseras. Nos jugamos nuestra supervivencia, la de todos. Me dijo un responsable político que no ponga los fallecidos en grandes titulares en negrilla, que lo ponga en los subtítulos, que la información se puede dar entera igual primero los curados y luego lo demás. Que hay que ser discretos porque estamos bajo la lupa de Europa y nuestros competidores divulgan todo lo que ocurre en Mallorca y Baleares ampliado. La competencia es muy traidora.

Lo dije el otro día y lo vuelvo a repetir, no lo entiendo, tampoco es tan difícil salir de casa con la mascarilla (muchas se pueden desinfectar y duran varios días, hay caseras de bajo coste y pronto se podrán adquirir con la tarjeta sanitaria). Las distancias son fundamentales y es una medida perfecta. Debemos avanzar para evitar una crisis económica irrecuperable, un paro del 50% y situaciones sociales inasumibles. No podemos ir de bromas, vamos a copiar a Ana Oramas de Canarias, con el pan de nuestros hijos y con el trabajo no se juega, tolerancia cero. Rafael Gabaldón San Miguel.