22 DE FEBRERO DIA DE LA IGUALDAD SALARIAL

EN BALEARES EL SALARIO MEDIO DE LAS MUJERES TENDRÍA QUE AUMENTAR UN 15% PARA IGUALARSE AL DE LOS HOMBRES

En nuestra comunidad, en el año 2021, la ganancia media anual se situaba en 25.988€ en los hombres y 22.344€ en las mujeres (INE); en otras palabras, ellas ganan 3.554€ menos que los hombres. La brecha salarial es de un 13,72, ligeramente inferior a la del año 2020 (14,40).

Brechas salariales que se acentúan si observamos por ejemplo el contrato indefinido: ellas ganan 22.847€ anuales, frente a 27.414€ en los varones (-4.567€, brecha 16,65). Por edad, en la franja de 55 y más años se da la mayor brecha, un 27.18, las mujeres ganan anualmente 22.714€ y los hombres 31.195€. Podríamos hablar en este caso de brecha salarial y generacional.

Frente a estos datos persistentes de discriminación salarial de género, el contrapunto positivo lo encontramos si hacemos una comparación a más largo plazo. Así, la brecha ha disminuido 6,31 pp entre los años 2014 y 2021: de un 20,03 al 13,72. O que el porcentaje de subida salarial en el período 2019/2021 ha sido muy similar en ambos sexos: ellas un 3,29 y los hombres un 3,94.

Indudablemente, el descenso de la brecha tiene que ver con la subida del Salario Mínimo Interprofesional: en el 2019 un 22,3% (de 767 a 900 € mensuales), y en el año 2021 alcanzó los 965€. Y otro motivo no menos importante fue el acuerdo recogido en el IV Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva 2018-2020, donde se pactó la subida progresiva del salario mínimo de convenio a 1.000€ mensuales. Medidas ambas que han tenido una especial incidencia positiva en los sectores y personas trabajadoras con condiciones laborales más precarias y, por tanto, con especiales beneficios para las mujeres. Y de hecho la subida del SMI pactada entre el Gobierno y los agentes sociales para este año 2024, 1.134€, beneficiará en Baleares a 34.000 personas, de las cuales el 55% son mujeres: 18.700 frente a 15.300 hombres.

Pero a pesar de estas mejoras en los últimos años, la brecha salarial se mantiene todavía en niveles muy altos. La discriminación salarial es el resultado de la mayor explotación y desigualdad que sufren las mujeres en su inserción y trayectoria en el mercado laboral, que a su vez tiene su origen en la desigualdad social, cultural y educativa y en la asignación de unos papeles diferenciados por género, que adscriben a las mujeres casi en exclusiva a las tareas domésticas y de cuidados.

Las mujeres sufren desigualdad laboral primero en el acceso al puesto de trabajo, con peores contratos, jornada, ocupaciones y sectores en los que están subrepresentadas y otros claramente feminizados. Segundo, en la promoción y trayectoria laboral (techo de cristal, suelo pegajoso), influida por la menor duración de su vida laboral,sometida a mayores interrupciones y un menor “presentismo”, por su dedicación a las tareas domésticas y de cuidado. Y finalmente soportando, todavía en algunos casos, discriminación salarial directa en el puesto de trabajo. El diagnóstico está hecho; toca ahora aportar propuestas y actuar en la dirección correcta.

Desde CCOO creemos firmemente que la discriminación laboral femenina tiene que resolverse actuando desde su origen, con un sistema educativo que promueva principios de equidad, sostenibilidad, democracia e igualdad de género, que permita reconocer el valor del trabajo de las tareas de cuidados. Pero también de responsabilidad y asunción por todas las partes implicadas: poderes públicos, empresas y hombres, porque los cuidados son un asunto colectivo, político y social de primer orden. Y en este sentido, el Govern no está dando ningún paso adelante, con su no política, su inacción, no desarrollando apenas ni el “Pla de Conciliació i Corresponsabilitat de les Illes Balears 2021/24” ni el “Pla per a la Igualtat a l´Àmbit Laboral 2022/25”, ambos acordados en la anterior legislatura en el marco del diálogo social. Sus actuaciones van más bien en la línea contraria. No habrá cambios sustanciales en el ámbito laboral y salarial de las mujeres si a la par no se producen determinados cambios y se adoptan, consecuentemente, medidas en el ámbito público.