Editorial: Dice el hombre del tiempo que vendrá una DANA los próximos días a Baleares. Se trata de una depresión atmosférica aislada en niveles altos que se produce por el choque de una masa de aire frío en altura con el aire caliente de la superficie. Este fenómeno, tradicionalmente denominado "gota fría", da lugar a chubascos y tormentas intensas.

Así, la entrada de una masa de aire frío en el núcleo de la atmósfera que entra en contacto con aire más cálido cerca del suelo genera inestabilidad, que favorece la formación de nubes que causan tormentas fuertes. La Agencia Estatal de Meteorología recomienda utilizar el acrónimo DANA para hacer referencia a este fenómeno, más que el término "gota fría", que viene de la escuela alemana que lo bautizó como kaltluftropfen.

Me quedo de piedra, resulta que lo más urgente es que nos vacunen, si es posible los 30 días al mes, mañana y noche, equipos si es preciso con el actual personal sanitario, profesionales jubilados recientes, ejército, Cruz Roja, Protección Civil, farmacias, odontólogos, pediatras. Todos aquellos que han puesto vacunas durante su carrera profesional. En países donde están vacunando a tope han bajado los contagios, no hay infectados y se van vaciando los hospitales.

Me quita el sueño que nos anuncian que comenzarán a vacunar en marzo y perdemos semanas de oro sin mayor explicación. Cada día 400 personas son enterradas por haber padecido COVID-19 y en vez de remover medio mundo para pararlo, seguimos tan tranquilos contando contagiados y fallecidos y haciendo listas sobre edades para Pascua.

Me asusta que pueda llover torrencialmente, seguro que es una falsa alarma. Pero lo que me tiene que estoy rabioso es la parsimonia para vacunarnos a todos y mandar el virus a las cenizas. Si hay personas inmunes todo termina para los vacunados, cuantos más existan en este país de Pepe Gotera y Otilio y los Reinos de Taifas, menos son los riesgos de irse al otro barrio. Si restamos será más fácil manejar a los que se contagian.

Los brotes se seguirán de cerca sin mayores esfuerzos y las UCIS quedarán vacías porque el tratamiento a tiempo es una victoria. Europa hace tiempo que está contagiada de la mala gestión de los países que la integran. Nos toman el pelo, nuestro reloj se ha parado. Como puede ser que no lleguen las vacunas, que explicación lógica pueden dar.

Para la Bolsa da igual que venga la DANA, que hayamos superado los 110.000 muertos por la pandemia del Coronavirus, que la economía se hunda. Suben por encima de los 8.000 puntos y cada vez se nota más que los fondos multinacionales y los Chinos tienen más parte de la tarta y por lo tanto ni se inmutan porque ellos están a plena producción y ganando como nunca.

Se terminaron aquellas familias legendarias que ocupaban los asientos de los consejos de administración de las 100 empresas más importantes de España. De eso nada. Han vendido, e incluso a buenos precios. Detrás de los fondos hay capital americano, chino y ruso. En esos lugares del planeta hay millones de multimillonarios que se encienden los puros con billetes y hacen mansiones con oro. Sus hoteles son de 7 estrellas.

Todo ha cambiado. Se demanda ir a vivir a la España vaciada y mantener el paisaje, el equilibrio del ecosistema y el medio ambiente, y mientras los desalmados han quemado un tercio del Amazonas, están descongelando los glaciares y se pasan por el forro que dentro de 100 años desaparezca el planeta. Que contradicción. Los mortales más normales nos creemos todo. Nos han contaminado de información nociva y cancerígena. Siempre se esconde la otra versión en la espalda, por eso triunfa el mentiroso compulsivo. 

Premian a los delincuentes y arrinconan a las personas con principios y ética. Ellos/as han marcado las nuevas pautas, nada es lo que parece, tienen a sueldo a los magos y siempre sacan lo que quieren de la chistera. Tenemos miedo, viene la DANA, la vacuna se hace esperar y a quienes votamos para estar mejor, les importa un pito lo que pensemos, les seguiremos votando. Nos han alineado por bandos y todos tenemos nuestro carril y censor que impone nuestra papeleta. Un tongo.